La informática, la biotecnología, la robótica, la inteligencia artificial, la nanotecnología y la neurociencia forman el grupo de las llamadas «tecnologías exponenciales«, que muchas empresas están usando para aportar soluciones eficaces a los principales problemas que afectan al desarrollo de la humanidad, como son la energía, el agua, el alimento, las enfermedades, la Educación o el Terrorismo.

Son tecnologías que evolucionan rápidamente gracias al desarrollo exponencial de la computación que vaticinó, en1969, el fundador de Intel, Gordon Moore, mediante la formulación de la Ley Moore: «el costo de la capacidad de cómputo disminuirá a la mitad cada 18 meses». Y así ha sido desde entonces hasta hoy. De hecho,  nuestros smartphones tienen hoy más capacidad de cómputo que la se empleó para llegar a la Luna por primera vez.

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El potencial de estas «tecnologías exponenciales» y sus implicaciones económicas, sociales, medioambientales y éticas se han analizado recientemente en el libro El próximo paso: la vida exponencial, editado por BBVA y OpenMind, donde diversos expertos vienen a defender que nos encontramos en los inicios de una revolución tecnológica sin precedentes, que transformará nuestras vidas a unos niveles difíciles de imaginar. Empresas del ámbito de la Salud, la Automoción o, incluso, las Finanzas, están consiguiendo grandes avances gracias a estas «tecnologías exponenciales», como el desarrollo de materiales inteligentes o de dispositivos con precisión atómica.

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