Aunque abundan los mensajes que apuntan a la robotización como una amenaza para el empleo y, como consecuencia, para la Economía, recientes estudios nos muestran a la Robótica como un sector en auge que impulsará la Cuarta Revolución Industrial y que generará numerosos puestos de trabajo.

En este sentido, las últimas cifras publicadas son las del Observatorio para el Análisis y Desarrollo Económico de Internet (ADEI), desde el cual se pronostica que, de aquí a 2030, la economía española podría conseguir dos millones de empleos netos gracias a la robotización y que el PIB per cápita podría elevarse desde los 24.000 euros actuales hasta los 33.000 euros, debido a un aumento medio anual de la productividad del trabajo del 1,3%. Para ello, deberían coordinarse adecuadamente políticas públicas e iniciativas privadas.

Obviamente, hay puestos de trabajo que corren el peligro de ser sustituidos por robots, pero también se van a abrir nuevas oportunidades para profesionales relacionados con la fabricación, el diseño y a la programación de robots y drones, y otras disciplinas vinculadas al sector. Además, se calcula que unas 600.000 ocupaciones con un alto componente humano (cuidados personales, servicios de protección y seguridad, gerencia, etc) no desaparecerán, sino que convivirán con la robotización.

Muchos inversores se están decantando por el mercado global de la Robótica, que, según un informe elaborado por Research & Market, alcanzó un volumen de 6,5 millones de unidades en 2016, con una cuota de crecimiento del 25% durante 2009-2016.