El testimonio que hoy te traemos es el reflejo de una situación por la que han pasado muchas personas en la última década.

Cuando nuestro alumno Enrique Beltrán conoció el curso de bolsa de Eurekers, no estaba atravesando por un buen momento vital. Arquitecto de profesión, veía cómo la crisis había hecho mella en su sector y se sentía «desorientado».

Sin embargo, un libro de José Antonio Madrigal que sus hijas le regalaron el Día del Padre le cambió la perspectiva. Poco después, realizó el curso de bolsa.

En 2017, Enrique tuvo una rentabilidad anual del 36,84%.

Otro enfoque de las inversiones

Lo que más le sorprendió a nuestro alumno de Valencia cuando leyó el libro de José Antonio Madrigal fue que, en vez de centrarse en técnicas o estrategias, «hablaba de la manera de enfocar como persona el tema de las inversiones».

Y es que Enrique Beltrán ya había estado antes leyendo algo sobre bolsa, preocupado por su economía cuando los problemas de trabajo le afectaron seriamente: «llegué a cuestionarme muchas de las cosas que había hecho hasta entonces; cómo, después de treinta años de vida profesional, se venía todo abajo con la crisis inmobiliaria. Y decidí investigar cómo estaba gestionando el banco mi dinero».

Enseguida le cautivó la filosofía de inversión del fundador de Eurekers y, tras ver algunas conferencias suyas por Internet, descubrió que impartía cursos de bolsa. «Lo comenté en casa. No estaba muy decidido y mis hijas directamente me empujaron a que lo hiciera»- recuerda Enrique.

«El curso de bolsa me devolvió la confianza en mí mismo»

Enrique Beltrán tiene claro que realizar el curso de Eurekers le valió absolutamente la pena, pero no solo porque lo que aprendió allí le ha resultado muy útil para gestionar sus inversiones bursátiles, sino también porque le ha hecho «ver las cosas de otra manera».

Pero, fundamentalmente, el curso le aportó algo que para él era muy importante en aquel momento. «Me devolvió la confianza en mí mismo, sabiendo que hay cosas que no dependen de ti y que lo único que depende de ti es aplicarte en intentar hacerlas lo mejor posible«- asegura nuestro alumno, para quien ese aprendizaje le ha hecho recuperar su estado emocional.

Disciplina mental para ser rentable en bolsa

A Enrique Beltrán, comprender el método de inversión de Eurekers le resultó fácil. A partir de ahí, la disciplina mental que le inculcaron en el curso de bolsa y la práctica se fueron traduciendo en buenos resultados. Empezó a operar en julio de 2016, un mes después de hacer el curso, y ya durante 2017, su rentabilidad anual superó el 36% (36,84%).

Pero, en contra de lo que muchos pudieran pensar, para llegar a tal rédito, este arquitecto no ha dedicado mucho tiempo a operar en bolsa. En lo que sí ha puesto más dedicación es en revisar sus posiciones y en «estudiar posibles compañías en las que pudiera entrar».

Enrique define el método de Eurekers con una frase que inspira su estrategia de inversión: «una maratón no se gana en el primer kilómetro».

El pequeño libro de la inversión en bolsa pasará a ser tu manual de referencia en tus inversiones.

Aprender de la experiencia de otros inversores

Como inversor activo de Eurekers, Enrique utiliza nuestra web asiduamente.

Aparte de sacarle buen partido al buscador de valores, le gusta mucho usar el foro, sobre todo porque le da la posibilidad de conocer «experiencias de gente que ha pasado por momentos malos y por momentos buenos«.

En este sentido, nuestro alumno recuerda también los testimonios de otros Eurekers, publicados en un libro que le regalaron cuando hizo el curso: «me impactó un señor de 93 años que dijo que invertía a largo plazo».

Enrique Beltrán, que se define como una persona «tranquila, con paciencia y bastante constante», cree que puede seguir el ejemplo de aquel Eureker nonagenario y se ve a sí mismo invirtiendo en bolsa «toda la vida».


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