Black Friday, Cyber Monday o Singles Day (Día del Soltero) son estrategias de marketing creadas por algunas de las empresas más importantes del mundo para animar a los usuarios a comprar y así conseguir que las cuentas pasen de números rojos a ganancias.

En concreto, el Black Friday, que nació en los años sesenta del siglo XX en Estados Unidos y que se ha extendido a otros países, adelantará este año parte de las compras navideñas de hasta un 54% de los consumidores, según American Express.

¿Benefician estos eventos que generan récords de ventas a la cotización de los grandes minoristas como Amazon o Aliexpress ?

Amazon, la empresa de EEUU líder global en el comercio electrónico, en la pasada edición del Black Friday en España, alcanzó su mejor cifra de ventas en la historia. Vendió 940.000 productos en 24 horas, una media de diez artículos por segundo. Del mismo modo, la empresa tecnológica generó  $1.13 mil millones  en EEUU durante el Black Friday americano, lo que representa en ingresos un aumento del 25% año tras año.

Si obervamos el comportamiento de las acciones del imperio de Jeff Bezos en Nasdaq, sorprende que tras el cierre de ventas récord en el Black Friday 2016, el precio cayó casi un 3% y una semana después continuaron en tendencia descente hasta bajar un 7%.  En todo caso, favoreció más al valor en bolsa la expectativa creada una semana antes del «Viernes Negro», ya que los días anteriores se produjo una subida de acciones del 12%.

Igualmente, el gigante del comercio online chino Aliexpress (Alibaba Group), no deja de batir récords de ventas en sus eventos especiales. El llamado Singles Day (El Día del Soltero) que se celebra cada 11 de noviembre y que ya se conoce como el «Black Friday chino», se ha convertido en la festividad dedicada al consumo por excelencia. En 2016, solo en el Día del Soltero, ingresó más de 16 millones de dólares y este año ha superado los 25 millones de dólares en ventas en un solo día.

Pero en bolsa, la jornada posterior a la publicación de estos magníficos resultados, aunque se registró una pequeña subida del 2%, las acciones de la empresa del magnate Jack Ma, cayeron los días siguientes un 6%. Sin embargo, se observó una subida del 4% los días anteriores, problablemente impulsada por la confianza en los buenos pronósticos, como en el caso de su competidor Amazon.

¿No es paradójico que las expectativas sobre unos resultados favorezcan más a un valor en bolsa que los buenos resultados reales? Todo esto tiene una explicación simple: los mercados ya tiene descontados previamente estos resultados esperados, por lo que justo el día del evento y los posteriores, se corrigen posiciones y la acción vuelve a sus niveles normales.