Si un índice bursátil nos ayuda a evaluar el rendimiento en el mercado de acciones de un país o un sector, los criterios de selección para que una empresa cotizada figure en él deberían cumplirse rigurosamente.

Y así parece ocurrir en el caso del S&P 500, que incluye a las 500 empresas más importantes de diferentes sectores de Estados Unidos y que se pondera de acuerdo a la capitalización de cada una de ellas.

Solo hay que fijarse en cómo ha ido reduciéndose la estancia media de las compañías cotizadas en este selectivo, según un informe realizado por la consultora Innosight. En 1965, la media de permanencia era de 33 años, mientras que, en 1990, ya se había reducido a 20 años y, en 2012, a 18. De hecho, el informe de Innosight apunta a que, en 2026, la permanencia media en el S&P 500 habrá bajado a los 14 años.

S&P 500: la mitad de empresas que en el año 2000

Lo cierto es que, de las empresas que había en el índice en el año 2000, hoy solo permanecen la mitad. Es decir, la tasa de renovación de las empresas se ha ido acelerando a medida que las nuevas tecnologías y los nuevos hábitos de consumo han ido ganando terreno. Al final, solo están las mejores empresas, aquellas que han sabido redefinirse, adaptarse y seguir creciendo, así como las que han entrado a sustituir a las compañías salientes.

Recordemos que el comité encargado de seleccionar las empresas del S&P 500 analiza el mérito de las mismas utilizando ocho criterios primarioscapitalización bursátilliquidez, domicilio, capital flotante, clasificación del sector, viabilidad financiera, periodo de tiempo durante el cual ha cotizado en bolsa y ser negociada en la bolsa de valores.

En definitiva, las empresas tienen un ciclo de vida cada vez más corto y solo se mantienen y crecen aquellas que no paran de innovar.

¿Te gustaría aprender a invertir?